Del amor y la amistad en novelas de época: la intensidad, verdaderos rostros y la tan ansiada felicidad

¿Por qué nos atraen, de alguna u otra manera, las historias de otros siglos? En mi caso es para entender como tal, en su momento y ambientación, sus costumbres, valores, reglas, moral. Conocer sus ideales, principios y convicciones. Claro, cabe decir que depende de la época en la que estas historias se encuentran para poder entenderlas. Estén ubicadas, de acuerdo a la Literatura, en el Neoclasicismo, Romanticismo, Realismo u otro; cuyos temas, estilos y mensajes son muy distintos. Así como ver que tales historias pueden desarrollarse en la época de Regencia, victoriana, eduardiana, entre otras.

Persuasion (2007). Créditos en el gif.

PARA EMPEZAR…

Quisimos hablar principalmente de Jane Austen, sus novelas y los personajes de estas. Como se sabe, sus obras están dotadas de tramas en las que el tema principal sería el matrimonio por amor; ahora, acompañando a esta premisa, están también los enredos familiares, la conservadora sociedad, el análisis psicológico de los personajes… En ir conociendo a cada uno a lo largo de la narración.

Entonces, tenemos que las novelas austenianas albergan ironía, comedia, romance y drama. Prima la ironía y el sarcasmo que acompaña a su estilo sobrio; parece sencillo, hasta que quien lee se da cuenta que la escritora le tenía una sorpresa: ningún detalle es porque sí, cada suceso tenía un porqué y cada personaje, sus palabras y acciones, resultarían en algo sorprendente mientras avanza la trama. Una cuidadosa construcción de la historia principal que se va entrelazando con las secundarias hasta llegar al punto en que se van resolviendo cada uno de los puntos para llegar a la tan ansiada paz, tranquilidad y estabilidad.

En sus novelas vemos personas con virtudes y defectos. Esos defectos, muchos fueron en la labor de enmendarlos por convicción y amor, porque es lo correcto y por el bien de más personas, no solo el propio.

INTENSIDAD

El romance, bendito romance y pasión que nos hacen soñar. En estas historias, con unas cuantas palabras, miradas o gestos ya podemos darnos cuenta de que están locos el uno por el otro. Y sí, el amor es intenso, profundo, pero también aporta paz y tranquilidad. No es nada contradictorio, o al menos yo lo pienso así. En las novelas austenianas, las protagonistas saben que su amado las admira, las valora, que son amadas por mucho más que la belleza que no está del todo descartada… hay una belleza del alma, de todo eso que conforma la personalidad.

Se conocen. A lo largo de la novela suceden situaciones que ponen a prueba el carácter, la familia y el poder de decisión; se puede mejorar, cambiar. Y, por tanto, él como ella se dan cuenta de que ese camino llamado vida será mucho más hermoso con un excelente compañero al lado. Y la base de todo eso es el amor, el respeto, el preocuparse por el bienestar del otro.

Se me ocurrió que, precisamente por estar cerca al 14 de febrero, caería bien una charla al respecto.
La conversación estuvo muy entretenida. Gracias a Lourdes por aceptar la invitación, somos parte de la comunidad Jane Austen Perú.

VERDADEROS ROSTROS

No todo lo que brilla es oro, diría un dicho popular muy cierto. Aquí vemos como en novelas escritas hace 200 años dan cuenta de algo que sucede aún hoy: de los errores se aprende. Cuando alguien cree que ya lo sabe todo, se da cuenta de que un solo hecho puede cuestionar todo lo aprendido a la fecha; y toca volver a aprender, a levantarse, a reconocer las fallas y mirar con otros ojos el presente y futuro. Eso de quitarse la venda aplica aquí, como en la vida misma.

Muchas veces conocemos a alguien y surge una especie de confianza inmediata, una empatía cálida. En ocasiones, es verdad, pero Austen habla de tener cautela. No siempre todas las sonrisas o gestos amables son sinceros. Lo mejor es ser cuidadosos y prudentes para darse la oportunidad de conocer y confiar. Y, sobre todo, no es que siempre nos podamos fiar de las primeras impresiones; puede que la vida sorprenda con que tal juicio no era el más acertado, o también con que desde el principio tenías razón. Depende. Cada día nos topamos con situaciones que ponen a prueba nuestra razón y sentimientos, radica en cada quien elegir sabiamente.

Y si algo aprendimos desde la primera película, novela o serie de época (austeniana en este caso) es que un Wickham, un Henry Crawford, un Willoughby, una Isabella Thorpe, una Mary Crawford, se pueden hallar incluso hoy. A actuar con juicio. Esto porque hay personas que dicen ser de una forma y terminan siendo los villanos. O aquellos como Henry Crawford, que les falta suficiente constancia y fuerza de voluntad para cambiar y seguir la senda de lo correcto.

LA TAN ANSIADA FELICIDAD: estabilidad, equilibrio, paz

Viene de lo anterior: hacia el final, luego de todo el culebrón de hechos, los personajes llegan a un punto de volverse a conocer, de haber fallado y rectificado, de haber dejado de lado las cosas malas para luchar por las buenas.La mayoría están en una especie de estabilidad, que es lo que se ve en la mayoría de historias. Esa estabilidad que tanto se busca, ese porvenir maravilloso que las personas esperamos y por el que se trabaja día a día. Por eso creo que, aunque las novelas de época están ambientadas en otro siglo y se deben analizar de acuerdo a eso (teniendo en cuenta su tiempo), hay cosas, hay esencias que están ahí solo para descubrir que nos hablan de un pasado que sirve para entender muchas cosas del presente y mirar con ojos entusiastas el futuro.

Con ustedes, la charla que fue transmitida en vivo por la página 😉 :

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